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me apareció su voz; Llamándome. Me dejé dormir…
el sueño era con el tono de realidad, me costó diferenciar qué era del mundo onírico y qué pertenecía a la realidad.
Un beso torpe, húmedo, marcaba un cambio. Era encontrarnos. Era darle luz a nuestra relación. Calor. Noche de verano. Una camisa estampada, tirado en la cama, te fui a saludar y me besaste. Después la noche siguió con algunos signos que marcaban que estábamos juntos. Miraba la hora, perdía el bus, el de las veintiuna, no encontraba relojes, todos marcaban distintas horas. Caos en mi, pero era la única a la que le preocupaba. Bailamos. No encontraba mi cámara de fotos.
Mi bus sale mañana a las diecinueve treinta, mi cámara de fotos está donde la dejé, los relojes están a horario, vos no estás.
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